Su origen es de 1971 como el grupo. Nuestro grupo, siempre numeroso, ha tenido desdobladas las secciones en varias ocasiones. Así, hemos tenido dos Manadas, la SEEONEE y la MOWGLI que es la que queda hoy en día.
Durante la ronda 1979-1980 el grupo se hizo mixto admitiendo niñas tanto en los castores como en los lobatos. Se mantuvo una manada masculina (la Mowgli) y una mixta (la Seeonee).
El nombre de «Lobatismo» viene de El Libro de la Selva, de Kipling, que fue escogido por Baden-Powell como tema y fundamento de la Rama. Esta rama se fundó en los años 10 del s.XX y en Málaga hay desde 1921.
Los Lobatos tienen entre 8 y 11 años. Durante este período, los niños, aprecian el juego más que nada y todo aquello que no es juego en el sentido en el que ellos lo entienden está desprovisto de interés.
La Manada puede componerse en Seisenas funcionales que “dirige” un seisenero y que prefigura el sistema de patrullas posterior.
La característica de una Manada es ser una «familia feliz». El niño tiene una necesidad fundamental de ser amado, comprendido y de vivir en paz y armonía. La Manada le ofrece ese clima privilegiado.
Los scouters de la Manada se llaman “Viejos Lobos” y tienen una forma de ser muy especial ya que interiorizan mucho su personaje del marco simbólico de referencia, en este caso, “El Libro de la Selva” de manera que nadie los llama por su nombre de pila sino por Akela (lobo jefe de la manada), Baloo el oso, Bagheera la pantera, Kaa la pitón que salvo la vida a Mowgli, Raksha la loba que adoptó a Mowgli y otros como Hathi, Chill,…
A los niños siempre les han gustado las historias: incluso los más inquietos se quedan en silencio y tranquilos cuando una bonita historia se les cuenta bien. Es por lo que Baden-Powell tomó El Libro de la Selva y particularmente la historia de Mowgli como fundamento y método del Lobatismo. En efecto, esta historia en la que Akela, el viejo Lobo, desempeña el papel principal y en la que Mowgli, el «cachorro humano» aprende a vivir en medio de los habitantes de la jungla, está repleta de sabias lecciones que «hablan» a la imaginación de los niños con mucha fuerza.
Tomando como ejemplo la obediencia del lobo joven al viejo lobo que le enseña los secretos de la jungla, Baden-Powell ha hecho aceptar esto a los chicos como la primera lección de la vida.
Los scouters de la Manada se llaman “Viejos Lobos” y tienen una forma de ser muy especial ya que interiorizan mucho su personaje del marco simbólico de referencia, en este caso, “El Libro de la Selva” de manera que nadie los llama por su nombre de pila sino por Akela (lobo jefe de la manada), Baloo el oso, Bagheera la pantera, Kaa la pitón que salvo la vida a Mowgli, Raksha la loba que adoptó a Mowgli y otros como Hathi, Chill,…
A los niños siempre les han gustado las historias: incluso los más inquietos se quedan en silencio y tranquilos cuando una bonita historia se les cuenta bien. Es por lo que Baden-Powell tomó El Libro de la Selva y particularmente la historia de Mowgli como fundamento y método del Lobatismo. En efecto, esta historia en la que Akela, el viejo Lobo, desempeña el papel principal y en la que Mowgli, el «cachorro humano» aprende a vivir en medio de los habitantes de la jungla, está repleta de sabias lecciones que «hablan» a la imaginación de los niños con mucha fuerza.
Tomando como ejemplo la obediencia del lobo joven al viejo lobo que le enseña los secretos de la jungla, Baden-Powell ha hecho aceptar esto a los chicos como la primera lección de la vida.
Lema
HAREMOS LO MEJOR
Máximas de Baloo
El lobato piensa primero en los demás.
El lobato tiene los ojos y los oídos Abiertos.
El lobato es limpio y aseado.
El lobato está siempre alegre.
El lobato siempre dice la verdad.
El lobato cuida y respeta la naturaleza
Ley
El lobato escucha y obedece al Viejo Lobo.
El lobato nos se escucha a sí mismo.
Promesa
«Prometo hacer lo mejor por:
Cumplir mis deberes para con Dios y la sociedad,
observar la Ley de la Manada
y hacer cada días una buena acción.»
Insignias
1. La Seisena
Una Seisena se compone de cinco Lobatos y un Seisenero. Prefigura a la Patrulla de Scouts, colocando de golpe al Lobato en un marco que ya le será familiar cuando acceda a la Tropa. Pero tiene una autonomía mucho más limitada, suficiente sin embargo para permitir al Coordinador de Manada dirigir las actividades de la Manada con el máximo de orden y de eficacia.
2. El Seisenero
El Seisenero es un chico que ha comprendido mejor que los demás el ideal contenido en el Lobatismo, que ha realizado sus pruebas como buen Lobato y que está dotado de una personalidad capaz de imponerse a sus compañeros. Es capaz, pues, de simplificar el trabajo del Coordinador de Manada, dentro de los límites fijados por este último, en el transcurso de juegos, de ejercicios y del campamento. Está asistido por un «sub-seisenero».
3. La Manada
La Manada comprende un determinado número de Seisenas. La Manada envía a los Lobatos mayores cuando han alcanzado la edad de ser Scouts.
La característica de una Manada es ser una «familia feliz» (Vera Barclay). El niño tiene una necesidad fundamental de ser amado, comprendido y de vivir en paz y armonía. La Manada le ofrece ese clima privilegiado.
4. El Coordinador de Manada
El Coordinador de Manada es llamado Akela por sus Lobatos. Más que conocimientos, le es necesario para tener éxito, amar y comprender a los niños, y haber conservado o reencontrado su «espíritu de infancia».
Al contrario de lo que pueda parecer, las reuniones y salidas se preparan con tanto más cuidado cuanto que la necesidad de cambio de los Lobatos puede acarrear más imprevistos. Las reuniones y salidas preparadas se sitúan en un programa trimestral, establecido conjuntamente con el resto del Grupo, y que comporta normalmente salidas y celebraciones comunes.
5. El Consejo de Manada y la Roca del Consejo
El Consejo de Manada reúne a todos los Lobatos alrededor del Jefe de Manada para permitir a éste dar sus instrucciones con el silencio y la atención de todos, o también para discutir ciertos proyectos en curso que interesan a toda la Manada.
En las ocasiones más solemnes, la Manada se reúne alrededor de la «Roca del Consejo». Esta clase de formación se realiza con ocasión de una ceremonia, Promesa, progresión… o para resaltar la importancia de una decisión o de un acontecimiento.
Los cinco fines del Escultismo son los mismos para la Rama Lobato, pero adaptados a las posibilidades del niño. El Lobato se compromete mediante la Promesa a hacer «lo mejor». La Ley de los Lobatos le llama a ser un chico limpio, atento, servicial, alegre y sincero, un futuro Scout.
1. Salud
La edad del Lobato es aquélla en la que se adquieren los buenos hábitos que dan salud. Se le enseña primero a ser limpio, a asearse con agua abundante, a desear el aire fresco, a respirar bien. Después se le inicia en la educación física mediante ejercicios que desarrollen la agilidad, la precisión y la coordinación de movimientos. Por último, los juegos al aire libre, individuales o colectivos, le dan el desahogo físico necesario para compensar su vida recluida de escolar y asegurarle un crecimiento armonioso.
2. Carácter
Forjado en el ambiente de «familia feliz» de la Manada, el Lobato es entrenado de manera natural a «no escucharse a sí mismo» y a vencer su natural individualismo para que «la Manada tenga éxito y sea la alegría de todos los que forman parte de ella» (Vera Barclay). La Ley y las máximas de la Manada, así como las reglas de los juegos y la disciplina del campamento modelan su naciente personalidad y le hacen sentir que la felicidad no reside ni en el placer egoísta, ni en la agitación sin freno, sino en una actividad jovial, ordenada hacia un fin común.
3. Servicio
«Nunca un niño es tan dichoso como cuando está totalmente ocupado en hacer un servicio a alguien» (Vera Barclay). Pero le gusta encontrar por sí mismo lo que le complace, y poner en la manera de hacerlo una nota alegre, a menudo impregnada de humor y de fantasía. Es así que le gustará dar una sorpresa a sus padres con tal o cual trabajito realizado en secreto. El Jefe de Manada ayuda a su imaginación mediante sugerencias, dejándole libertad de obrar, recordándole que, el día de su Promesa, prometió realizar cada día una buena acción.
4. Sentido de lo Concreto
Las actividades manuales agradan a los niños: les gusta dibujar, pintar, hacer construcciones, fabricar juguetes, trabajar la madera, etc. Estas actividades también responden a su necesidad de obrar como los hombres o, por lo menos, «fingirlo». El trabajo será presentado de tal manera que parecerá al niño tan apasionante como un juego.
Los múltiples trabajitos, realizados para una Fiesta o para decorar el «Cubil», son a la vez medios de expresión que permiten al niño reafirmarse, y son factores de alegría; alegría purísima de haber creado algo. Al mismo tiempo, desarrollan la paciencia, la perseverancia y el dominio de sí.
5. Sentido de la espiritualidad
El niño es particularmente sensible a lo sobrenatural: de ordinario no tiene, respecto a los grandes misterios de la fe, nuestras objeciones de adultos. Los Jefes de Manada se inspiran en la espiritualidad de San Francisco, Patrón de los Lobatos, para transmitirles el sentido de la belleza de la creación, el amor a las criaturas, incluso a las más humildes.
1. El simbolismo de «El Libro de la Selva»
A los niños siempre les han gustado las historias: incluso los más inquietos se quedan en silencio y tranquilos cuando una bonita historia se les cuenta bien.
Es por lo que Baden-Powell tomó El Libro de la Selva y particularmente la historia de Mowgli como fundamento y método del Lobatismo. En efecto, esta historia en la que Akela, el viejo Lobo, desempeña el papel principal y en la que Mowgli, el «cachorro humano» aprende a vivir en medio de los habitantes de la jungla, está repleta de sabias lecciones que «hablan» a la imaginación de los niños con mucha fuerza.
2. La obediencia activa
«Haciendo de la obediencia el fundamento mismo del Lobatismo, Baden-Powell construyó sobre roca» (Vera Barclay). El individualismo de los niños les lleva en efecto a actuar cada uno por su cuenta, y a rebelarse contra cualquier coacción.
Tomando como ejemplo la obediencia del lobo joven al viejo lobo que le enseña los secretos de la jungla, Baden-Powell ha hecho aceptar esto a los chicos como la primera lección de la vida.
3. El sistema de Seisenas
Prefiguración del sistema de Patrullas, el sistema de Seisenas consiste en implicar a los Seiseneros en la buena marcha de la Manada y en la formación de los Lobatos.
1. El Juego
Para el niño, vivir es jugar. El juego no es pues para él una distracción o una actividad secundaria, sino la expresión constante de un instinto. Está «repleto de risas, luchas, apetitos, audacias, si no, es anormal» (B.-P.).
La habilidad del Coordinador de Manada es la de considerar el juego con los ojos de sus Lobatos, aportándole, como saliendo de sí, las reglas que le harán tener éxito, pues lo volverán más divertido. Al preferir los Lobatos jugar con sus monitores antes que entre ellos solos, jugando de esta forma bien y limpio, se puede estar seguro de que los juegos practicados responden a su doble fin: divertir y formar el carácter.
2. El Campamento
El Campamento es la culminación de todo un año de trabajo continuado. Siempre se prepara con cuidado, y se establece un programa, preciso y flexible a la vez, en Consejo de Akela. Bien llevado, es a la vez la culminación del año y el mejor trampolín para el año siguiente.
3. La progresión y las especialidades
Entrando como «Lobezno», el chico llega a ser Lobato cuando hace su promesa. Normalmente puede hacerla transcurridos seis meses.
ETAPAS DE LA PROGRESIÓN PERSONAL
El Lobato en su paso por la Manada se encontrará con tres fases de desarrollo, cada una de ellas marcará una forma de ser y de actuar. Las fases de progresión se verifican con una huella:
Cuando un Lobato comienza su andadura con uno de los animales anteriormente citados, se encontrará con una serie de Territorios (ámbitos de progresión), que le permitirán en todo momento saber el punto en el cual se encuentra su
progreso. Cada Territorio contiene unos rasgos, es decir, unos contenidos educativos que el Lobato ha de desarrollar y que son los que le permitirán pasar de un territorio a otro. El Cuaderno de Caza en el que nos adentraremos más adelante, es la herramienta que nos ayuda a que el Lobato siga de una manera consciente su propio progreso.
Nunca hemos de olvidar que con la progresión personal queremos favorecer el desarrollo armónico de nuestros Lobatos; nunca, este proceso, debe generar en ellos angustia o temor por llegar o no a la consecución de los objetivos previstos.
Educar en la diversidad supone un esfuerzo por parte del equipo de Viejos Lobos al tener que ajustar los objetivos y contenidos educativos a las necesidades específicas de cada Lobato, pero merece la pena si en nuestra Manada todos se encuentran contentos y felices de formar parte de la “Familia Feliz”.
Etapa de Integración: Huella de Akela
La Etapa de Integración es la etapa pensada para que el nuevo Lobezno se adapte y pueda sentirse feliz de formar parte de la Manada. En este periodo, el Lobato irá descubriendo las normas que rigen la vida de la Manada y los valores que éstas aportan a su vida.
Permite que los Viejos Lobos realicen una evaluación inicial para descubrir las necesidades y aptitudes del niño facilitando de esta forma la tarea educativa, mejorando y enriqueciendo la andadura del Lobezno por la Selva.
Simbolismo: el Lobato no puede ir solo de Cacería por la Selva, es joven e inexperto y necesita ayuda; debe seguir la huella del lobo más experto.
Akela lo introducirá en la Selva enseñándole los secretos de la caza. “Akela te guiará por la selva enseñándote a ser un buen Lobato, con él la caza será un éxito. ¡BUENA CAZA, HERMANITO!”
Justificación pedagógica: En esta fase los contenidos educativos irán orientados al desarrollo de lazos afectivos que permitan al niño integrarse plenamente en la Manada.
Etapa de Participación: Huella de Baloo
Comenzar la fase de participación supone un gran adelanto en el proceso educativo llevado a cabo. El Lobato se ha integrado adecuadamente en la vida de la Manada, ha sido capaz de aceptar las normas que rigen la vida en grupo y preparado para compartir con los otros Lobatos sus propias experiencias.
Justificación pedagógica: Los lazos afectivos creados en la fase anterior, conducirán al Lobato a formarse de manera más técnica para de esta manera ser útil a los demás. Es el momento de comenzar la especialización del niño, teniendo siempre en cuenta sus intereses y actitudes. Las especialidades nos permitirán educar la individualidad, pues el niño tendrá libertad para elegir las especialidades, que como rastros, acciones o experiencias enriquecerán esta fase de progresión.
Simbolismo: es Baloo quien con sus Máximas da al Lobato el sentido cercano de la Ley de la Manada, es también quien le enseña el lenguaje de la Selva. “Tú y yo somos de la misma sangre”. (El Libro de las Tierras Vírgenes de Rudyard Kipling).
Etapa de Animación: Huella de Bagheera
El Lobato se encuentra en su recta final, es la hora de poner todo lo aprendido al servicio de los demás. El niño que un día llego a la Manada ha crecido, ahora ve cercano su paso a la Sección Scout, pero esto no debe de interrumpir su proceso
educativo.
Justificación pedagógica: En esta fase hemos de dar al niño mayor protagonismo, debiendo colaborar con los Viejos Lobos en la toma de decisiones importantes, así como ayudar a los más pequeños a progresar adecuadamente, sirviendo de modelo para ellos. Sería también positivo tomar algún contacto con la Sección Scout que pronto lo recibirá, siendo ésta una forma de ayudarle a perder ese miedo infantil hacia el cambio.
Simbolismo: Bagheera es el animal amigo de Mowgli más cercano a los hombres, ya que ella estuvo viviendo con éstos un tiempo. Bagheera es quien le enseñará la técnica suficiente para participar en la vida de la selva y por otro lado, en la vida de la aldea. Bagheera le enseña a cazar, trepar,… le prepara para participar en la vida de la aldea de Messua sin olvidar la vida de la selva.
La Rama Lobato, partiendo de un conocimiento directo del niño, y mirando la vida con sus ojos, le presenta, en el marco imaginado de El Libro de la Selva, un conjunto coherente de juegos y de actividades donde puede expandirse y mejorarse en el seno de una «familia feliz». Aunque forma un todo completo, desemboca en la Tropa, para quien es la mejor preparación.